Las imágenes tomadas por Annemarie Heinrich son un emblema de la fotografía argentina del siglo XX, componen un fiel reflejo de la historia cultural del país. En su pequeño estudio congeló momentos únicos de los años dorados del cine argentino, el teatro, la radio y fotonovelas. Y en cada imagen transformó el oficio de la fotografía en arte.
Heinrich nació en Alemania el 9 de enero de 1912. En 1926, se trasladó junto a su familia a Argentina, primero a Entre Ríos, donde comenzó sus estudios fotográficos, continuándolos posteriormente en Buenos Aires.
A los 18 años sus fotos aparecían publicadas en destacadas revistas del mundo del espectáculo, como Sintonía,
Guiada por los reconocidos fotógrafos Wilenski y Melita Lang; Annemarie se destacaba especialmente por conseguir en cada retrato, una mirada penetrante o brillante dejando al descubierto el alma de sus retratados. Consideraba este arte como una colaboración entre el fotógrafo y el modelo.
El fuera de foco, la exposición múltiple o prolongada, los montajes, fueron algunas de las múltiples técnicas en las que incursionó de manera notable; las imágenes tomadas por esta fotógrafa se caracterizan por el empleo de una cuidada e innovadora iluminación de estudio. También fue una gran experta en el retoque de negativos.
Además de ser una especialista en el retrato, Heinrich mostró otros intereses durante toda su carrera, como el arte del desnudo, en el que las líneas y curvas y los claroscuros, expresaban una sensual delicadeza. La danza fue un tema de profunda inspiración, como asimismo la fotografía de moda y paisaje. Mostró una gran sensibilidad por el arte plástico y la escenografía.
La entonces desconocida Eva Duarte, Dolores del Río, Zuilly Moreno, Mirtha Legrand, Raúl Schurjin, fueron algunas de las principales figuras del mundo artístico que posaron para ella.
Algunas de esas imágenes vinculadas a Schurjin podrán ser apreciadas en
Annemarie Heinrich falleció el 22 de septiembre de
Soledad Borches
No hay comentarios:
Publicar un comentario