20.000 km. de separación geográfica no impidieron que buena parte del pueblo argentino se viera sacudido por el bombardeo atómico lanzado sobre Japón el 6 y 9 de agosto de 1945; por el cual, al decir del historiador Alberto Lettieri, EE.UU. se encargó de eliminar toda posibilidad de que se dudase "quien mandaba". Los artistas del medio local, entre ellos R. Schurjin, no quedaron al margen de tan terrible cimbronazo para la humanidad y se manifestaron en consecuencia.
Preocupado por la conflictiva bélica –de la que siempre estuvo pendiente– y particularmente estremecido por las consecuencias del estallido de las bombas que impactaron en Hiroshima y Nagasaki al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Raúl Schurjin pintó “El Hongo y la Rosa”.
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Sin apartarse del estilo de sus clásicas “costeritas”, el cuadro muestra un esquelético enjambre de niños rodeados de terror y muerte, que con máximo esfuerzo sostienen una rosa, diáfano símbolo de la esperanza, al tiempo que la explosión atómica se expande a sus espaldas.
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Esta obra se inscribe en la trilogía que completan “No Olvidar” y “La Ronda”. Exhibidas siempre juntas, las telas encontraban una plena identificación ante los seguidores de Schurjin, llegando a motivar la sensibilidad de prestigiosos poetas que sintieron la necesidad de explayarse ante tal estímulo (merece destacarse el poema “El Hongo y la Rosa” del escritor y entrañable amigo Raúl González Tuñón).
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Schurjin expresó su deseo en cuanto a que, tras su muerte, el cuadro fuese “...donado al Museo de la Paz de Hiroshima, como una humilde contribución al agobio de un pueblo sorprendido por una actitud humana feroz, concreta, terrena...”.
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Enterados de las aspiraciones del artista, los gobiernos de Japón y Argentina tomaron contacto a través de sus canales culturales y consiguieron cristalizar el anhelo del pintor. Es así que al trascendental óleo le fue concedida la pared de honor, y el 5 de abril de 1989 quedó habilitada su visualización permanente para la gran cantidad de público que diariamente asiste al citado Museo de la Paz.
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